San Telmo tiene una magia especial que se advierte apenas uno se acerca al barrio. Por sus calles caminan vecinos, turistas llegados desde diversos puntos del país y visitantes extranjeros, muchos de ellos atraídos por el espíritu tanguero y el aire de arrabal que se respira en esta parte de Buenos Aires. Ya sea de día o de noche, siempre es un buen momento para saborear una comida típica en algún bodegón o para relajarse en uno de los tantos bares de la zona. El histórico mercado y la feria de antigüedades, son otros atractivos imperdibles de este pintoresco lugar.
