En el arte de condimentar con exactitud, creatividad y asumiendo algo de riesgo al cocinar, se concentra gran parte del éxito de una preparación gastronómica. Acertar en la elección de especias para un plato y distribuirlas en su justa medida, garantiza una experiencia culinaria fascinante que trasciende los sentidos y se graba en la memoria de los comensales. Color, intensidad, perfume y sabor, son rasgos únicos que llegan a un plato cuando la receta incluye aderezos aromáticos de origen vegetal.
Oro indio es la denominación popular que suele recibir la cúrcuma, un condimento originario de la India que, de acuerdo a los expertos, es un gran aliado de la salud. Se sugiere incluir con cierta frecuencia a esta especia en la dieta porque ayuda a eliminar toxinas y a bajar de peso, aplaca dolores vinculados a la artritis, tiene propiedades antiinflamatorias, favorece la digestión y hasta puede ser de gran utilidad en el tratamiento del hígado graso no alcohólico.
La magia de las especias hechiza desde tiempos inmemoriales. Estos productos son usualmente aprovechados para estimular nuestro paladar pero también, por sus propiedades y rasgos únicos, se destinan a la elaboración de remedios caseros y a la creación de perfumes especiados. Son ideales, asimismo, para aromatizar ambientes de modo sencillo, económico y natural. Incluso han sabido ganar protagonismo en rituales funerarios, ofrendas espirituales, prácticas esotéricas y usos ceremoniales.
Entre las bondades que se le reconocen a esta clase de condimentos aparecen poderes antioxidantes, efectos antimicrobianos y, siempre que su conservación sea óptima, su extensa duración. Hay algunas especias, como los casos del azafrán y la canela, que a escala internacional se han hecho fama de tener propiedades afrodisíacas. Al comino, en tanto, se lo recomienda en casos de insomnio ya que propicia la calma y contribuye a tener un sueño reparador y de buena calidad.
Los alquimistas de los sabores tienen a su disposición exquisitas especias y hierbas aromáticas para elaborar pociones capaces de impactar positivamente en el cerebro y la memoria de los seres humanos. Romero, laurel, jengibre, azafrán, nuez moscada y cúrcuma encabezan la lista de infaltables en la fórmula ideal para proteger y potenciar la salud cerebral. Confiando en estos ingredientes, además de lograr comidas e infusiones deliciosas, se mejora la función cognitiva y se mantiene un nivel óptimo de energía.
Un pintoresco abanico cromático se consigue al equipar la alacena con toda clase de especias destinadas a, según corresponda, añadir o realzar sabores en ensaladas, carnes, arroces y bebidas que, por supuesto, se embellecen cuando reciben estas explosiones de tinte natural. La zona de los amarillos y naranjas se enriquece, por ejemplo, con el azafrán y la cúrcuma, mientras que el clavo de olor, el coriandro y la canela se lucen en la franja de los marrones y sus matices.