Ser parte de la NBA es el sueño de todo basquetbolista. Desde hace décadas, la liga estadounidense reúne a los jugadores más destacados del planeta en campeonatos seguidos por numerosos fanáticos a nivel mundial. Pero la NBA es mucho más que deportes. Se trata de un negocio gigantesco basado en un espectáculo que trasciende los partidos y la competencia en sí misma. A lo largo de la historia, varios argentinos han tenido la oportunidad de integrarse a este maravilloso universo.
La National Basketball Association es una entidad privada estadounidense que nació a partir de la fusión de dos ligas profesionales de básquetbol: la Basketball Association of America y la National Basketball League. Fue creada en 1946 y tres años más tarde, organizó su primera temporada bajo la denominación que se convirtió en una marca de excelencia: la NBA.
Los inicios no fueron fáciles, pero el trabajo de varios de sus máximos dirigentes propició un crecimiento formidable y así la NBA se transformó en sinónimo del mejor básquet del planeta. Hoy ser contratado por un conjunto de la liga, es alcanzar la cima de este deporte.
El eximio nivel deportivo se combina con la visión empresarial para crear un show único. Los equipos son franquicias con un valor millonario y los jugadores establecen acuerdos que les proporcionan enormes ingresos. Más allá de lo generado por las ventas de entradas y las publicidades, los dólares se multiplican con los derechos de transmisión, el merchandising y otros conceptos.
Los directivos de las franquicias y de la asociación se llevan los aplausos por una organización imposible de comparar con otros eventos deportivos. Un partido de la NBA es una experiencia integral donde, además de básquet, hay música, baile, opciones gastronómicas y entretenimientos de todo tipo. Pero, por supuesto, nada sería posible sin la magia de las estrellas.
Años atrás fueron Wilt Chamberlain, Kareem Abdul-Jabbar, Magic Johnson, Larry Bird, Michael Jordan, Shaquille O'Neal y Kobe Bryant, entre otros, quienes cautivaron a los admiradores con sus aptitudes.
En la actualidad, figuras como LeBron James, Stephen Curry, James Harden y Giannis Anteto-kounmpo, maravillan con sus destrezas.
Para los jugadores argentinos, la NBA resultó inalcanzable durante mucho tiempo. Todo cambió cuando, en la temporada 2000/2001, Rubén Wolkowyski y Pepe Sánchez abrieron la puerta y sentaron las bases para el arribo de otros talentos nacionales. De todos modos nadie imaginaba que un joven nacido en Bahía Blanca quedaría en la historia de la NBA: Manu Ginóbili. Cuatro veces campeón y participante del legendario Juego de las Estrellas en dos ocasiones, logró que «San Antonio Spurs» lo homenajeara con el retiro de su camiseta, un privilegio que pocos alcanzan.
Tras la ida de Ginóbili, pasaron dos temporadas sin presencia albiceleste en la liga norteamericana. Fue el cordobés Facundo Campazzo quien rompió la racha, al ser fichado por Denver Nuggets para desplegar su creatividad en la campaña 2020/2021