Me llamo Catalina Baravalle, estudié Bellas Artes en la Universidad Nacional de Rosario, pero no fue hasta que terminé de ir a la facultad que me encontré con la cerámica. Por curiosidad comencé un taller para interiorizarme un poco sobre ésta rama del arte y luego mi formación fue casi toda autodidacta y empírica. Si bien fue y es un camino con muchas frustraciones y desafíos diarios, después de 7 años elijo seguir recorriéndolo. La cerámica me trasformó, la arcilla es mi maestra, me obliga a enfrentarme con mi ansiedad, mis inseguridades, me ayuda a conectarme con el presente, a respetar sus tiempos, los procesos.

Todo se divide entre antes y después de la pandemia, como les pasa a mucha gente. Antes de la pandemia estaba muy abocada a dar clases y destinaba poco tiempo a mi producción personal, creo que se me había ido un poco de las manos, dar clases requiere de mucho tiempo y energía. Con la pandemia tuve que dejar las clases, al principio, cuando el aislamiento era total , no podía ir al taller a producir, y allí fue que puse toda mi energía en vender lo que tenía ya hecho, las redes sociales, sobre todo Instagram fue lo que más me ayudo.

Cuando las cosas empezaron a flexibilizarse, pude volver a ir a trabajar a mi taller y empecé a encontrar una gran satisfacción en estar sola en mi espacio produciendo y logrando un sustento económico a partir de eso. Empecé a producir en serie, siempre a partir de mis diseños, utilizando más que nada moldes, al principio comprados y después hechos por mí a partir de mis propias piezas. Así nacieron mis tres líneas de productos.

Línea Enredadera: Inspirada en la naturaleza que habito: jardines, patios, macetas y parques.

Línea collage: inspirada en mis obras de collage. Abstracciones de colores y texturas de formas orgánicas que se mezclan generando paisajes y sensaciones.

Línea Marea: inspirada en el movimiento del agua,  en el encuentro del mar con la arena. En ese momento donde el agua llega con toda su fuerza a la orilla. Es en ese encuentro de materias, donde la superposición genera diferentes tonalidades.

En mi tienda on-line voy publicando las piezas que voy haciendo y me permite tener un vínculo más claro y  profesional con mis clientes en la actualidad es mi principal canal de ventas.

Con el paso del tiempo esta forma de trabajo se fue volviendo un tanto monótona y limitante a nivel creativo y empecé a sentir que necesitaba un cambio.

Recientemente compre un torno y comencé a tomar clases en un taller hermoso, “La mandrágora”. Esto genero un montón de nuevas preguntas e incertidumbres en mí, en cuanto al material, en cuanto a las formas de trabajarlo y también a nivel artístico, comencé a preguntarme ¿qué es esto que estoy haciendo? ¿Son objetos utilitarios? ¿Son obras de arte? ¿Son las dos cosas? ¿Qué quiero que sean?

Por eso, hoy estoy en un proceso de transición, en un gran cambio en mi forma de producir y de pensar los objetos que hago. Hoy en día mi herramienta favorita es el torno, estoy experimentando, empezando a trabajar con pasta de alta temperatura, gres.  

Siempre estoy evolucionando y aprendiendo nuevas formas de trabajo, fiel a esto que tanto amo que es la cerámica.

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