Entre risas, lágrimas, abrazos, miradas…la vida de Maxi Oviedo transcurre en universos donde la felicidad es el componente principal. Allí, donde las emociones afloran y se tornan únicas e irrepetibles, asume el desafío de inmortalizarlas. “La fotografía es una máquina del tiempo, más allá de la imagen, propone un viaje para reencontrarte con quien eras: sentimientos, personas, lugares, aromas”, así metaforiza este artista para definir a la profesión que eligió hace más de veinte años.
