Su vitalidad, sus dotes artísticas y el carisma que potencia su magnetismo, explican por qué Mick es un ícono mundial. Una energía inagotable que traspasa el escenario lo caracteriza, es su impronta inconfundible y las conquistas seductoras con su público que lo convierten en una leyenda viva. El líder de los Rolling Stones, es un ídolo que pese a sus desaciertos y excesos, es venerado como un dios. El paso del tiempo parece no pesarle a esta estrella que se manifiesta siempre tan vital gozando de las mieles de la fama internacional.
