Una infusión disfrutada en un café, francés que a lo largo del tiempo ha sido escenario de reuniones de políticos, artistas, intelectuales o personalidades de renombre internacional, tiene un sabor especial. Repasar la historia de Francia con una bebida caliente o un bocado como excusa, es una aventura turística fascinante e inolvidable. Algunos ya carecen de infraestructura, pero viven en el recuerdo de muchos viajeros, otros por fortuna, siguen vigentes gracias a la veneración popular surgida a partir de clientes famosos o de apariciones en películas y libros que trascienden sus marcas.